sábado, 2 de febrero de 2013

Recuerdos, distancia y nostalgia

      Tras cerciorarme, muy a mi pesar, de que no puedo mantener una actualización continuada, llegué a plantearme publicar al menos una entrada al mes -es lo mínimo para que el blog no parezca abandonado y dejado a la deriva- y me comprometí a ello, pero como se puede ver ni aun eso he podido cumplir (en enero no he publicado nada). Pero como ni me pagan, ni me castigan por ello, sé que a mis escasos y modestos lectores no les va importar y sabrán perdonármelo (no les queda otra...).
      Después de esta aclaración, que nadie me ha pedido, por otra parte, vuelvo a lo que quería decir/hacer. Esto no es ni más ni menos que la publicación de una nueva poesía, la cual tengo por ahí escrita desde hace un par de semanas (más o menos). No voy a comentar mucho sobre ella porque no lo veo estrictamente necesario; por lo tanto, no voy a alargar mucho más la introducción, aunque sí quiero prometer antes que acabaré publicando un contenido más variado, el cual no se limitará a mis poemas particulares exclusivamente.

Recuerdos, distancia y nostalgia

Suculento olor el de la nostalgia;

olor a tierra mojada palpitante,

olor a arcilla moldeada por tus manos,

olor a tu perfume y a tu esencia, 

al fin y al cabo.


Tal fenómeno, me oprime el pecho

como si un batallón de soldados lo atacara.

Su estela como de la nada aparece en mí,

me recita versos indelebles

y aprisiona sentimientos como si de reos se tratase.


En fin...

Las alegorías no bastan,

y un cincel martillea mi alma

escribiendo tu nombre,

mientras se fragua el acero en mis entrañas.

Recuerdos, distancia y nostalgia:

no sé por dónde aparecisteis,

removiendo flores de prados casi yermos,

 pero sí sé que en mí os quedaréis,

sembrando tiempo, lugares y momentos.


(La nostalgia me quema como estaño fundido en el corazón).



miércoles, 26 de diciembre de 2012

Dolor de humanidad

       Sé que este blog lo abrí en un primer momento para publicar más cosas que simplemente mis poesías, pero es lo que más me atrae ahora mismo y por donde ha ido derivando la cosa; aun así intentaré que haya más contenido variado próximamente.
Bueno, a lo que vamos, una nueva poesía, de las muchas que tengo escritas últimamente, que ha pasado la criba para ser publicada -me pasa que las cosas que escribo me flipan cuando las he escrito, pero después de un tiempo me dejan de gustar tanto; ésta es de las pocas que me siguen gustando después de un tiempo.
Dicha poesía toca un poco la temática del dolor, el sufrimiento y la desolación tan presentes en este mundo que da auténtico pánico indagar en ella. Además, he de decir que está un poco inspirada de uno de mis poemas favoritos, llamado Los heraldos negros, del poeta César Vallejo (cuya lectura recomiendo). Que la temática y la línea esté un poco inspirada de este poema, no quiere decir ni mucho menos que sea una copia e incluso ni que se parezcan mucho -si menciono la fuente, en parte, inspiradora es porque me gusta hacerlo y no soy como los que copian descaradamente cosas de muchos sitios y ni siquiera las mencionan.
       Disfrútenlo, si es que hay algo que disfrutar:

Dolor de humanidad

Yo conozco en mis carnes el hueso amarillo de la desolación,
 la depresión del amanecer que tortura miradas incrédulas,
 la bohemia, la culpa y el peso de una humanidad perdida
 como si yo fuera el culpable directo de su sino sangriento.

 Cargo con el llanto de tantos niños que me rondan
 que aún no sé si mi nacimiento fue castigo o demora,
 a mi lado pululan humanos con sentimientos ahogados en barro,
 y sólo algunos ven la luz muy de vez en cuando.

 Lo vivido se me empoza en la mirada
 y el cielo se oscurece iracundo de malos presagios
 que van a dar con gotas que caen sobre el alma.

 Mis huesos se quiebran contra el pavimento
y la sangre se destila a chorros por mis callejones;
 si muero: que sea de amor por lo justo.

lunes, 3 de diciembre de 2012

No me preguntes...

        Esta tarde me visitaron las musas y tuve que aprovecharlo. Cuando uno está apesadumbrado por momentos y el vacío, el nihilismo o el escepticismo hacen presencia hay cierta tendencia a profundizar sobre aspectos de la vida; esta tarde fue un momento de esos y la poesía es una gran herramienta para divagar sobre ello. 
        No suelo escribir la poesía de una forma marcada o académica, como si usar ciertos cánones fuera obligatorio -eso creo que ya se superó en el siglo XX-, por lo tanto, soy versátil con las formas o modos de hacerla (la elijo según me salga en el momento), como se puede apreciar en el poema de esta entrada. Que el poema diga el resto:

No me preguntes...

La noche gélida para corazones que no volverán a latir.

El reloj marca un tiempo que él no conoce.

La cama dejó de ser para dormir y es para soñar.

Los coches van con una prisa que ellos no tienen.

El amor se nutre del odio para ser amor.

La ventana cada día dibuja un paisaje diferente.

La razón se alimenta de la locura para serlo.

El perro encuentra compañía en humanos que duermen en la calle.

El pobre trabaja, vive y piensa para enriquecer al rico.

La droga libera al sentimiento preso en el fango.

Mi boli escribe lo que siente alguien al que no comprende.

El humano está empeñado en no aceptarse como tal.

El mar llora furia de siglos enteros.

La tierra erosiona pisadas que nadie verá.

La dignidad lleva una eternidad para salir del laberinto indigno.

La nostalgia enamora a los poetas para hacerles daño.

Las miradas aún no puede hablar.

La voz todavía no puede mirar.

La traición tortura con inquina a la lealtad.

Lo inanimado se rinde a la vida; lo animado a la muerte.

Las verdades duelen por un miedo falso.

La justicia no encuentra quien la quiera.

Las lágrimas anudan gargantas paralizadas.

El amor se enroló en una mafia que le prostituye.



No me preguntes si quieres que el mundo te conteste.


miércoles, 21 de noviembre de 2012

Otoño en tu cama

     La segunda entrada (comento su existencia en la anterior) es una poesía escrita tras algo muy concreto que me llevó a hacerlo- no puedo concretar más cosas tan personales como ésta- impulsado, además, porque prometí escribir algo así. Allá va:

Otoño en tu cama

El frío de este otoño
lo combatió tu cuerpo,
en él se paró mi tiempo
y en tu cama mi aliento.

Tu pelo mi calle, 
tu pecho mi patria, 
siento a tu alma
vagar en mi estancia.

Mis brazos te seducen, 
mi presencia te arropa,
te siento muy dentro
aunque lleves la ropa.

Caricias y besos
amansan mi fuego inteso,
todo parece más fácil
nadando en tu mar de marfil.

En tu cama amanezco, 
con el frío en ella perezco
como una hoja de otoño
que dormir contigo soñó.

Intento no añorarte
pero paraste mi tiempo,
alentando mi contento
por el placer de amarte.

El calor humano
a ti me tiene atado
como falange a la mano
de mi socialimo amado.

Entre sábanas vibramos,
a la luna y al sol burlamos,
escribiendo intensos relatos
de sus fauces escapamos.

Metáforas de miel

        Tengo escritas algunas cosas desde hace un tiempecito y ya va siendo hora de actualizar el blog con algo de ello. Primero, con esta entrada escrita hace unas semanas ya y que aborda algo que sentía y que debía de exteriorizar de alguna forma, y segundo, con una poesía que en la siguiente entrada desarrollaré.
        
        La presente entrada (la primera) manifiesta, como ya he comentado, algo que necesitaba escribir tras algunos sucesos acaecidos en mi vida y ello lo reflejo a través de metáforas. No está dentro de unos parámetros poéticos ni nada por el estilo, pero, en cambio, su contenido y significado es poesía y por ello lo escribo aquí como tal. Os lo dejo sin más:

        Y estuve tanto tiempo danzando bajo la lluvia
 que se me olvidó el por qué danzaba, 
esperando una señal definitiva de algo que no llegaría, 
de algo que sólo andaba en mi psique.

¿Ideales, sueños que dan espereranza
pero que sólo existen en la imaginación, 
en la creatividad, en lo onírico?

No sé nada a ciencia cierta;
pero sé que el diálogo, el debate
 y la conversación son elementos analíticos.

¿Y quién me entiende mejor que mi propio corazón?
Él: culpable e inocente de una obsesión que me mantenía en la lluvia,
sin objetividad alguna, con la danza en el temporal.
¿Acaso la pasión desmedida puede ser objetiva?

Y la luz apareció una noche ebria
 como puñal afilado atravesando carne pueril.
El dolor no tardó en convertirse en conocimiento ignorado,
en nuevo camino trazado.

Poco después, reforzada, la luz cambió el dolor por el placer,
la moralidad obstrucionista, por la moralidad del momento,
el nuevo camino hizo que los ojos no se cierren
ante la evidencia, y ésta, habla por si misma.

Lo trazado en el nuevo camino trajo nuevas técnicas, 
experiencias y objetivos.
La dialéctica se pronuncia, y no ver su luz 
es refriarse bajo la lluvia.

Aun así, todavía cambiaría cualquier atisbo de luz
por danzar de tal forma que la lluvia, tras tal ritual,
se uniera a lo indisoluble que son dos corazones
creando luz propia, en su particular camino
hacia la inexorable tierra, que engulle cuerpos
como el mar engulle gotas.

sábado, 13 de octubre de 2012

A los presos y presas polític@s

       Hace justamente una semana estuve en Madrid en las I Jornadas por la amnistía de los presos políticos de este país. Aquel día fue tan extraordinario que es difícil de explicar y más por internet, pero puedo decir que las charlas y los conciertos estuvieron de lujo. Tras regresar el domingo de Madrid me puse escribir algo (mientras estaba el circo del Barça-Madrid, casualmente) -parece un ritual el que tengo ya de escribir cuando regreso de un viaje más o menos llamativo- y me salió un poemita dedicado a los presos y presas de este país, que no son pocos. Para el que no esté informado de la situación de estas persona recomiendo encarecidamente que lo haga; hay presos que tienen cadena perpetua encubierta sólo por haber militado en un partido político. Es una brutalidad que debe de ser denunciada por cualquier persona que se considere solidario y pregone ideas comunistas o antifascistas. Para informaros más del tema tenéis la página: http://www.presos.org.es/, en donde se recoge la mayor información posible sobre los susodichos. Os dejo con el soneto:

A los presos (y presas) políticos

Personas que aguantan más que su vida,
acarrean en las espaldas miles,
entendieron que el mundo es más que una ida,
resistiendo golpean a fieras viles.

Creen con fuerzas en el hombre nuevo,
su dignidad y lucha lo demuestra,
la entereza y el valor son más que huevos,
no claudican el ideal que otro secuestra.

Entre rejas o fuera, torturados o no,
sus corazones portan un nuevo mundo
alejado de éste, que está ya moribundo.

Trazados de vidas los reclaman,
la justicia de lo injusto de ellos emana,
muerte o vida: a su lado da igual.


       Añado también un vídeo de las jornadas en el que Pablo Hasél lee un poema del preso político Francisco Cela Seoane. Para mi un poema espeluznante y con una calidad literaria y de contenido muy grande:

sábado, 15 de septiembre de 2012

       No tengo predilección por escribir sobre el amor, pero las cosas surgen al igual que todo lo que te llega de improviso. Es una temática difícil de tratar porque está tan manida y agotada (o encumbrada) que no se puede tratar así como así, e incluso puede llegar a ser cursi. Pero si las cosas salen del corazón: ¿qué otro órgano puede rebatirle la autenticidad del contenido que éste emite? Al fin y al cabo, quién sino el amor es el principio de la vida, el contrario al odio y por tanto es también el "correlativo esencial a la muerte", su compensación -como bien decía Schopenhauer, no se vaya a creer nadie que esa reflexión es mía; no doy para tanto.
       Resumiendo, y para no alargar la cuestión y la lectura del poema, lo he escrito porque me ha dado la gana -sin tener en cuenta los motivos que esta expresión implica, es decir, que sí hay motivos para su escritura, como es obvio.

 Tú

Me quema su sola presencia
pero aún más su ausencia,
la contemplo, la imagino...

Su pelo ondea en mi mente,
su voz un canto vespertino
que endulza hasta el ambiente.

La busco en cada rincón de mi,
culpo al viento que la toca
famélico cual duradera roca.

Enjuicio al juicio de su boca
que me mira sin mirada
y me aboca a la lucha armada.

Y sus ojos... ¿qué decir?
me recitan trémula poesía
y me gritan en silencio rebeldía.

Compañera sin compañía,
te sigo cual elixir,
te necesito como la utopía.

Una mirada tuya es bastante
para comprender el todo
y la nada en un instante.

Tu corazón late a mi modo
creando un embriagador paraje
que me viste de traje.

Y duele, compañera, duele
un golpe sin procedencia
que se jacta de querencia.

Nuestro mundo será la lucha
que supere la timidez de la inocencia,
ideales vencerán al silencio con capucha.

Perdona mi cobardía
que no sabe declararse
y mi osada valentía.

Compañera y hermana: 
construyamos el futuro con amor
que de la muerte en vida emana.